Joaquín Sabina: «Lo que quisiéramos hoy es dar para ustedes el mejor concierto de nuestra vida»

De verde esmeralda- que no de marihuana- salió Joaquín al ruedo. A esa fiesta en la cocina que sólo él envenena con especias que pican, sonrojan y alimentan a la pasión: «Buenas noches, Madrid. En una noche como hoy, ustedes comprenderán que decir gracias es poco decir…» Y es que, Sabina, venía de haber “fallado” a su público el pasado sábado. Tras cinco años sin tocar en casa, el músico ubetense tuvo que abandonar el escenario antes del bis. ¿Qué sucedió? Miedo escénico lo llamaron.

sabinaaaFoto: www.rtve.es

Sabina siempre ha sabido describir a las mujeres, convertirlas en el motivo primordial de nuestras vidas. A mí ellas siempre me han dicho que segundas oportunidades nunca fueron buenas y hoy, sin lugar a dudas, puedo rebatirlo: Joaquín Sabina dio ayer, en su segundo asalto en la capital, un estallido exultante.

Su concierto de anoche, ante un Palacio de los Deportes hasta la bandera, le redimió y le situó en el lugar que merece. Ese lugar que sólo unos privilegiados pueden palpar y que roza lo divino. Joaquín es de carne y hueso, puede que ahora esté más viejo que joven, pero su música es eterna. No es sólo el cantautor de una generación, Sabina es la voz de un país en llamas, de aquellos poetas y pintores incontenidos que no pueden resistirse a sus versos. Todos somos un poco Sabina, en lo bueno y en lo no tan bueno. Sin embargo, nadie puede presumir con tanta humildad y sinceridad de ser, con permiso de Serrat, el cantautor más grande de España.

Y así, Sabina se bajó en Atocha para entregarnos un repertorio que se centró en su disco 19 Días y 500 Noches, con motivo del 15 aniversario de su publicación. Una colección de canciones en la que no faltaron grandes clásicos salvo ese Pacto entre caballeros que tanto me gusta.

Hubo tiempo para saludar a colegas de profesión: «Le debo mucho a Joan Manual Serrat que está por ahí, a Ana Belén y a Víctor Manuel, a Jorge Drexler«. Incluso homenajeo a Dylan, -genio entre los genios-, con una versión irreconocible y en castellano de It ain’t me Babe. Sabina había renacido y se sentía pletórico.

Las descargas emocionales fueron sucediéndose durante las más de dos horas y media de concierto que Joaquín, junto a su incontestable banda, entregó al respetable. Con esa voz rota y su librillo de poesía profana, nos tenía a todos en un puño; rozando con la punta de los dedos el suelo del que ya los 10.000 presentes habíamos despegado para rendirle pleitesía.

Dicen que la memoria retiene los buenos momentos y yo guardo del de anoche recuerdos para enmarcar, como cuando Sabina encontró, en Mara Barros (voz y coros), a la socia perfecta para entonar Una canción para Magdalena con una puesta en escena que nos transportaba a otra época más romántica; o cuando dedicó Noches de boda a una pareja allí presente y la encadenó dándonos las diez y las once, las doce y la una…, destapando su influencia mariachi; o cuando nos llenó la boca de fresa con su Princesa, rompiendo en júbilo las gargantas y las ganas de sabina-fobia.

Tres sombreros sacó Sabina, dos bombines y uno de copa… y éramos tres los amigos que disfrutamos de su magia. Con Pastillas para no soñar, nos fuimos todos a tomar una copa y a brindar por haber visto uno de los mejores conciertos del maestro.

Esta entrada fue publicada en General, Música. Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Joaquín Sabina: «Lo que quisiéramos hoy es dar para ustedes el mejor concierto de nuestra vida»

  1. Pingback: Un rincón para el arte de Jacobo Miralles | kulturtado

  2. Pingback: Serrat derrocha energía y… juventud | kulturtado

  3. Pingback: Porque a veces no basta un “porque sí”, D.Joaquín Sabina regresa a Madrid | kulturtado

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.