La maleta de mi padre, Orhan Pamuk

«Escribo no para contar historias, sino para crearlas»

Orhan Pamuk

PanukOrhan Pamuk Foto: historiasfalenciasyunaparentecronopio.blogspot.com

Poco antes de mi vuelo a Berlín del pasado viernes, acudí a mi madre para que me recomendase un libro que entretuviese mi tiempo. Quería algo ligero, una novela fácil de leer y que pudiese acabar durante el trayecto. Ella me recomendó un par de novelas: “La cabeza perdida de Damasceno Pereiro” escrita por el italiano Antonio Tabucchi y “La herencia de Eszter”de Sándor Márai, autor de “El último encuentro”.

Mientras me decidía (soy tremendamente indeciso), apareció mi hermano pequeño en escena con un cariñoso saludo. He de decirles que mi hermano es muy sabio, pero por el hecho de ser mayor que él, de manera natural e injustificada a veces hago oídos sordos a sus propuestas y consejos.

En esta ocasión fue distinto, me acerqué y le pregunté. Después de titubear unos segundos, entró en mi cuarto y me dijo: «Prueba con este, es cortito y te gustará. Es el discurso que dio Pamuk al recibir el premio Nobel. Cuídamelo, lo quiero de vuelta. Papá me lo dedicó».

Mi hermano es extremadamente cuidadoso mientras que yo, digamos que soy lo opuesto, aunque cada vez procuro tratar las cosas mejor y darles el valor que merecen. Creo que un punto intermedio nos vendría bien a ambos. El libro que me prestó se titulaba “La maleta de mi padre” y, nada más verlo, me pareció una recomendación perfecta.

maletaFoto: revistadeletras.net

Sentado en el avión, entre medias de un chico alemán con una melena rubia recogida y una joven española con una expresión de estrés en su pálido rostro, abrí la primera hoja y leí acerca del escritor turco. Orhan Pamuk es un escritor procedente de Estambul, lector empedernido que comenzó estudios de arquitectura y se dedicó al periodismo y a la docencia. Ha impartido clases en la prestigiosa Universidad de Columbia y ha sido embajador de su país, Turquía, ofreciendo siempre una visión aperturista hacia Europa, hecho que le ha supuesto numerosas críticas de los sectores más conservadores turcos llegando a considerarle traidor. Fue llevado a juicio por “insultar y debilitar la identidad turca” cuando en realidad sólo estaba expresando un punto de vista completamente respetable.

Su obra comenzó a tener relevancia internacional gracias a la buena prensa de John Updike, tras su tercera novela “El astrólogo y el sultán”. En el año 2006, con siete novelas publicadas (en la actualidad ocho), recibió el Premio Nobel de Literatura, máxima distinción en el mundo de las letras. Es el primer turco en recibir tan prestigioso galardón y para su discurso de recepción escribió el texto que hoy nos ocupa.

“La maleta de mi padre” es un discurso reflexivo en el que el autor hace un análisis introspectivo sobre la escritura y, a su vez, lo acompaña de palabras cariñosas hacia su padre, ya fallecido. La narración se centra en la maleta que su padre le deja en vida y que le pide que no abra hasta su muerte.

nobelOrhan Pamuk recibiendo el Premio Nobel Foto: www.itusozluk.com

En el interior de ésta, se encuentran las vivencias y viajes de su progenitor. Aunque lo verdaderamente relevante es la vocación frustrada de su padre: ser escritor. A través de esta declaración, Pamuk nos habla de cómo el eligió su oficio y de cómo su pasión por los libros se fue labrando fruto de la gran biblioteca que tenía en su casa. Conocedor de todas las obras que habitaban en sus estanterías, Pamuk soñaba con algún día tener una colección semejante. Para Pamuk, la literatura es un modo de afrontar la vida que requiere soledad y supone un reto en el cual, nos enfrentamos contra una página en blanco.

Su padre supo transmitirle el amor por la literatura. Resulta enternecedor cómo describe el momento en el que se reunió con su padre, una vez había finalizado su primera novela. Pamuk quería su opinión, como todo hijo, buscaba la bendición de su padre. Este sin medir palabra, le envolvió en un tierno abrazo; muchas veces los actos de afecto son primordiales. Durante varios episodios de su vida, su padre le repitió que llegaría el día en que se alzaría con el premio Nobel. Ese momento había llegado y las palabras de agradecimiento personal servirían de colofón y despedida

Al discurso citado, le acompañan otros dos textos titulados “El autor implícito” y “En Kars y en Frankfurt”; el autor los incorpora a la obra considerando todos ellos como un conjunto.

“El autor implícito”, fue el discurso que realizó tras recibir el premio Puterbaugh en 2006. En este caso, nos habla del nexo entre el libro y el autor y de cómo cada escritor va conociéndose e incluso llega a confesarse consigo mismo. La escritura es para Pamuk, un remedio necesario para sentirse absorbido por aquello que relata. Él mismo llega a afirmar que “lo difícil es ser el autor que implica a tu libro”.

Por último, “En Kars y en Frankfurt”, fue el discurso que otorgó tras la consecución del Premio de la Paz de la Unión de Libreros Alemanes, en el año 2005. Es curioso que siendo este el primero de los textos, cronológicamente hablando, sea el último de esta recopilación. De nuevo, nos adentra en una reflexión interna sobre la creación literaria y nos encierra en los debates políticos entre oriente y occidente. Asunto que es abordado en sus novelas, desde una perspectiva europeísta, defendiendo a su nación y a su pueblo. El personaje principal es el mismo que el de su novela “Niebla”, un hombre que ha vivido en Frankfurt, ciudad que es perfectamente descrita y a la que Pamuk acudió para describir al detalle.  Me hacen especial ilusión algunos de los detalles que Pamuk aporta, pues yo también tuve la oportunidad de vivir allí.

Como conclusión les diré, que si bien no se puede considerar una novela in-situ, creo que “La maleta de mi padre” es una buena forma de conocer al escritor turco y que, sin duda, animará a más de uno a leer sus novelas. Pamuk es considerado un autor postmodernista que ha sido comparado con Borges por sus toques humoristas. De Pamuk sólo he leído una novela,“Me llamo rojo”, obra que trata temas como la pintura, la filosofía y la sexualidad, así como el contraste entre occidente y oriente que antes les comentaba. He de decir que me encantó y que se la recomiendo a todos ustedes.

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